¿Por qué Latinoamérica puede ser un game changer para la industria farmacéutica?

Marcelo Figueiras

Todos los años, FundéuRAE -entidad integrada por la Real Academia Española y la Agencia EFE- elige cuál fue la palabra con mayor repercusión en el universo hispanohablante. En 2022 fueron dos: “inteligencia artificial”; en el 2021 ganó “vacuna” y en el 2020 fue “confinamiento”.

Este clima de época que refleja la lingüística, se ve muy bien en los movimientos geopolíticos y en un mundo que ya es otro al que conocíamos.

Los últimos tres años estuvieron atravesados por la incertidumbre, algo que tiene impacto en todas las industrias. En la farmacéutica, en particular, ilustra muy bien lo que sucedió en Europa con la escasez de antibióticos a raíz de la falta de amoxicilina. Si bien España era uno de los principales productores de antibióticos, poco a poco la mayor parte de la producción se trasladó a países como China e India.

Este modelo funcionó hasta que circunstancias externas como la pandemia, la guerra en Ucrania, la crisis energética y las altas tasas de inflación, se combinaron con el aumento de infecciones respiratorias y devinieron en esta situación compleja.

Hace unas semanas, en la Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Industrias Farmacéuticas (ALIFAR) que se llevó a cabo en Mendoza, miembros del equipo de CILFA resumieron el contexto mundial que enfrenta nuestra industria post pandemia: por un lado, en Estados Unidos se estableció una nueva política sobre la cadena de suministro de medicamentos basada en calidad, diversificación y redundancia.

Con esta iniciativa se busca, entre otras cosas, asegurar una demanda estable y de largo plazo de medicamentos genéricos a un precio sustentable para incentivar a los laboratorios a expandir la producción.

Por otra parte, la Unión Europea plantea una nueva política farmacéutica que tiene como fin mejorar los mecanismos de preparación y respuesta ante las crisis, promover altos estándares de calidad, eficacia y seguridad, así como también garantizar el acceso, fomentar la competitividad, la innovación y la sostenibilidad.

Lo que se percibe es que distintos países del mundo buscan garantizar calidad, seguridad y abastecimiento de medicamentos movilizando su base industrial y a través de nuevas alianzas científicas y productivas. Esta búsqueda abre una oportunidad para la industria farmacéutica latinoamérica porque muchos países miran con buenos ojos nuestra región gracias al fenómeno del nearshoring, lo que activa la posibilidad de relocalizar sus cadenas de suministro.

Además, tenemos capacidad productiva, experiencia en ensayos clínicos y una comunidad científica que está a la altura.

El ejemplo durante la pandemia

Todo esto quedó demostrado durante la pandemia, cuando la industria farmacéutica argentina puso de manifiesto su capacidad para remodelar y reacondicionar plantas farmacéuticas de biotecnología para producir materia prima de vacunas e incluso construir nuevas plantas a muy corto plazo.

De hecho, no es casual que en Mar del Plata exista una planta farmacéutica biotecnológica que es el único productor mundial del principal excipiente conservante de vacunas. Estos son algunos ejemplos que demuestran que podemos generar respuesta industrial y empresarial a las necesidades de la salud pública.

La Real Academia Española se fundó en 1713, lleva más de 300 años adaptándose a las exigencias de la sociedad de su tiempo. Al igual que nuestra industria, que a lo largo de su historia enfrenta el desafío de oscilar entre los cambios que atraviesa el mundo, los sucesos imprevistos y la necesidad de seguir generando avances.

Es difícil arriesgar cuál será la palabra de este año para FundéuRAE, pero este ejemplo sirve para entender que con el diario del lunes vemos de manera más clara aquellos hechos o situaciones que cambian estructuralmente el modo en que vivimos.

Hoy el mundo nos ofrece algunas pistas para vislumbrar que Latinoamérica puede tener un rol estratégico en la cadena de suministro de medicamentos global a través de la cooperación internacional y la complementación productiva, la clave está en saber aprovecharlas. 

*Marcelo Figueiras es presidente de Laboratorios Richmond

Publicado en cronista.com, 26-06-2023.

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