La industria farmacéutica argentina ha sido parte de un gran proceso de transformación y cambio ya que se ha convertido en una de las ramas industriales más dinámicas de la economía nacional.
Casi dos tercios del mercado de medicamentos está abastecido por empresas de capital nacional que desarrollan proyectos biotecnológicos y de bioingeniería vinculados con la salud humana, ocupando personal altamente calificado.
Como empresarios de la salud tenemos que procurar el acceso a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y a precios accesibles.
En definitiva, nuestro principal objetivo es el de mejorar la calidad de vida de la gente.
Debemos garantizar el respeto a la propiedad intelectual pero evitando los abusos de quienes invierten recursos en trabar la competencia en lugar de invertirlos en proyectos y productos que sean verdaderas innovaciones. La innovación debe estar absolutamente relacionada a la accesibilidad de los pacientes a los tratamientos.
De nada sirven productos innovadores si no están al alcance de quienes lo necesitan.
Pienso que se deben seguir implementando políticas públicas que impulsen a la industria farmacéutica como sector estratégico garantizando nuestra soberanía sanitaria.
La política de precios debe garantizar la accesibilidad a los tratamientos y debe a su vez tener en cuenta la evolución de los costos, alentando la competencia y la inversión en investigación y desarrollo.
Marcelo Figueiras
Presidente de Laboratorios Richmond.