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Sarkozy, con Macri y Scioli de la mano de un socio de Moyano

La sorpresiva visita a Buenos Aires del ex presidente francés Nicolas Sarkozy, quien entre viernes y sábado se reunió con Mauricio Macri y Daniel Scioli tras brindar una conferencia para un selecto grupo de ejecutivos, respondió a una invitación de un empresario poco conocido pero con creciente influencia en el mundo de los negocios: Patricio Farcuh, cabeza del grupo Rhuo.

El joven de 42 años, quien ya había traído al país el año pasado al mítico DT catalán Pep Guardiola con fines comerciales (llenó el Luna Park y recuperó con creces su inversión), se dio esta vez el lujo de reunir al exmandatario conservador galo con sus invitados exclusivos. Ligado por distintas vías con el clan Moyano, Farcuh gastó no menos de medio millón de dólares en la movida.

A fines del año pasado, no obstante, dos de sus empresas entraron en convocatoria de acreedores.

El jueves por la noche, Farcuh sentó a Sarkozy a cenar en su propia oficina, en Estados Unidos al 700, con el presidente del HSBC Argentina, Gabriel Martino, el de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, el financista Miguel Arrigoni, el lobbista Augusto Rodríguez Larreta (hermano del jefe de Gobierno electo y funcionario porteño), el dueño del laboratorio Richmond, Marcelo Figueiras y el representante local de los relojes suizos Hublot. El viernes por la mañana, antes de verse a solas con Macri, Sarkozy brindó una conferencia -también privada- en un salón del Teatro Colón. Asistieron unos 80 ejecutivos invitados por el dueño de Oca, que por la noche volvieron a ver al exmandatario en un cóctel en el hotel Faena, donde su mujer Carla Bruni cantó acompañada por un pianista y un guitarrista.

Tanto de la cena del jueves como de la conferencia del viernes participó también el dirigente chileno Marco Enríquez-Ominami, fallido postulante socialdemócrata a la presidencia en su país, quien mantuvo un perfil relativamente bajo frente al histrionismo del francés. Sarkozy deslizó que el ruso Vladimir Putin tenía razón en el conflicto por Crimea, sostuvo que es imposible para Europa permitir el ingreso de la masiva inmigración africana y apenas mencionó que ‘Francia siempre ha protegido y apoyado a la Argentina en los foros internacionales’, tras negarse reiteradamente a opinar sobre el proceso electoral en curso.

La reunión inicial con Macri (Scioli lo vio recién el sábado y fuera de agenda) y la conferencia en el Colón hicieron rodar en el oficialismo versiones de que el francés podía emitir algún gesto de apoyo al líder del PRO.

También sumó a las especulaciones el hecho de que el anfitrión funcione en el mundo corporativo como una suerte de alterego de Hugo y Pablo Moyano, quienes aceitaron su llegada a Oca luego de la caída en desgracia del viejo imperio de Alfredo Yabrán y la desastrosa gestión posterior del grupo Exxel. A cambio de ese favor, los cerca de 6.000 carteros de Oca aportan al gremio de Camioneros, pese a que reparten la correspondencia a pie.

Farcuh intenta por estos días volver a posicionar a Oca en el segmento del correo corporativo, y de ahí su campaña para seducir a colegas empresarios. El resto de las empresas del grupo Rhuo le vienen generando más dolores de cabeza.

Guía Laboral, una firma dedicada a la selección y búsqueda de personal eventual que fuera controlada por Moyano, entró en convocatoria de acreedores el año pasado. Pertenecer, otra compañía de Ruho dedicada a la ingeniería ambiental, mantenimiento de espacios verdes y obras públicas también pidió reprogramar sus deudas

Por Alejandro Bercovich.

Fuente: BAE (31-08-2015)

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