El crecimiento y el desarrollo no pueden existir en el vacío institucional. La madurez económica y el crecimiento de los mercados requieren un marco institucional que permita que las transacciones se lleven a cabo de manera ordenada, y en el cual los agentes sepan que las decisiones que toman y los contratos que celebran estarán protegidos por la ley y se harán cumplir.
Los ahorristas, inversionistas, consumidores, empresarios y trabajadores, así como quienes asumen riesgos de cualquier tipo, necesitan contar con un marco normativo, si la intención es tomar decisiones racionales y tendientes a la optimización.
También necesitan ciertas garantías de certidumbre y estabilidad económica, que solo podrán ofrecerse mediante una gestión de gobierno satisfactoria y un sólido proceso de toma de decisiones en materia económica. La alternativa ante la falta de derechos de propiedad, orden público y estabilidad política es la anarquía económica, además del fracaso de los estados (véase el capítulo 10).
En el presente capítulo se aborda la función de las instituciones formales en general de brindar un contexto económico, político y social dentro del cual las economías puedan florecer y prosperar. También se tienen en cuenta algunas evidencias empíricas de la relación entre desarrollo institucional y económico.
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Autor: A.P. Thirlwall