Lo que se dice en las mesas

Lo que se dice en las mesas

No hay paz para nadie en las mesas de dinero con las noticias desde Nueva York que trae el juicio por el default. Jugada tan sorpresiva como audaz al decidir la Argentina el pago y la transferencia de dólares para atender el vencimiento del Discount el lunes. Hoy todo el mercado financiero estará pendiente de la audiencia a las 11.30: el milagro sería que el juez norteamericano habilite la cancelación de ese vencimiento de Discount. Para ello el abogado de la Argentina deberá iniciar un proceso de seducción a Griesa que incluya la intención de resolver el 100% de la deuda caída en 2001 en default. Con el enunciado no alcanza, ya que las promesas argentinas tienen crédito cero en la Justicia norteamericana. Basta citar como ejemplo que el Gobierno se comprometió en el último paper ante la Corte Suprema de EE.UU. a respetar la decisión final. Luego vinieron amenazas oficiales de cambio de jurisdicción, y sorprendentemente ayer una nueva y fuerte crítica de Axel Kicillof al juez Griesa.

Por ello es que el mercado está más preparado para que hoy se decida embargar el pago argentino ordenado ayer y que en julio se siga negociando. Una arista no vista por muchos es que se viene el Discount en euros, que puede terminar a salvo de la captura buitre dado que la agencia Euroclear puede eludir a Griesa. Habrá juicios en el medio, en lo que será una suerte de guerrilla judicial que queda abierta desde hoy. En primer lugar, la Argentina puede apelar ante la decisión de Griesa de levantar la cautelar.

Además, habrá demandas contra el BoNY (la entidad financiera de cursar pagos) por parte de inversores afectados. Paraíso para abogados en Nueva York. A muchos no hace más que recordar las derivaciones legales que tuvo el caso Clarín con la ley de medios, con cada decisión que se apelaba y demoraba. Debe consignarse que los actores judiciales tienen distintas velocidades y prestigios en la comparación, claro.

Por este motivo es que ni un día de respiro tuvieron los inversores en gira mundialista que hasta ayer se quedaron festejando en Porto Alegre. Pero mientras debatían los alcances de la jugada del Gobierno argentino ayer, los festejos continuaron con epicentro en los barrios de Cidade Baixa y en Moinhos de Vento. Allí se cruzaron, como fiel reflejo de la mejor distribución del ingreso según los datos del INDEC, conocidos operadores porteños, inversores y los infaltables cuponeros (fanáticos del cupón PBI) con los más verdaderos futboleros de tablón, muchos de ellos verdaderos \”okupas\” de la capital de Río Grande do Sul.

Ni los bares, ni los botecos, ni restoranes pudieron albergar a la multitud de simpatizantes argentinos que coparon las veredas y calles gaúchas impregnando una inyección del ser nacional con la improvisación de verdaderos asados criollos, ante el estupor de los brasileños. En el barrio de Bela Vista se juntaron a celebrar financistas argentinos invitados por pares brasileños en el tradicional Dado Bier (fundado por un miembro de la tradicional familia Gerdau Johannpeter), lejos de la mirada de los periodistas que festejaban en la Cidade Baixa. Allí se comentaron con preocupación las últimas estimaciones de crecimiento de Brasil, que ya están por debajo del 1,6% para este año (menos de la mitad de lo esperado) mientras la inflación la ven en alza en el 6,4% anual, prácticamente en el techo de la meta oficial.

Los brasileños se mostraron económicamente pesimistas, quizá para compensar el optimismo futbolístico, y contaron que varios fondos de mercados emergentes consideraban mala idea invertir en Brasil más allá del impulso financiero que supone el Mundial. Dicen que sus colegas de Wall Street opinan que no hay ninguna ventaja para este Gobierno, incluso si todo va bien. No se trata de si Brasil gana el Mundial, se trata de a lo que se expone, un gobierno que es incapaz de cubrir las necesidades de educación, transporte o infraestructura en general, puede construir estadios, pero eso no es lo que importa.

Dilma Rousseff ha sido la peor alumna de los emergentes: bajo crecimiento y alta inflación. Y aunque bajen las tasas no va a ayudar al crecimiento; se necesitan reformas y antes de las elecciones nadie va a invertir más en Brasil si recortan las tasas. La confianza empresarial es muy baja, las compañías son muy pesimistas sobre las perspectivas políticas. Aportaron un dato, cada vez que juega Brasil el consumo de energía cae 7% dando un respiro a las autoridades del sector que estaría casi sin margen.

En el partido contra Nigeria pudo verse a Carlos Martinangeli (NEC), \”Lolo\” Longinotti (BDO), Marcelo Figueiras (Laboratorios Richmond), Augusto Rodríguez Larreta, Sergio Berenstein (ex Poliarquía), Mariano Botas, Lautaro Mauro, Marcelo Tinelli, Susana Gimenez, Luis Majul, Tato Lanusse, Ricky Sarkany, Diego Korol, Daniel Yankelevich Hernán de Laurente.

Nota: ambito.com (27/06/2014)

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