El espejo Brasil: cuál es el aporte de la asociación público-privada para hacer ciencia

El Complejo Económico-Industrial de la Salud de ese país busca la innovación científica para el crecimiento económico y el cumplimiento de las exigencias de la salud pública. Brasil ha dado un gran paso, cómo podemos imitarlo

Marcelo Figueiras

Brasil lanzó una iniciativa muy positiva para articular con su sistema productivo de medicamentos y lograr en los próximos diez años cubrir el 70% de las necesidades de su sistema de salud en medicamentos, equipamientos, vacunas y otros materiales médicos. En este objetivo, una de las prioridades será enfrentar su dependencia externa de IFAs (Ingredientes Farmacéuticos Activos), vacunas, equipos y materiales médicos.

Se trata de una acción interministerial, con un programa de inversiones asociado a la innovación, a la tecnología y al desarrollo regional que conjuga el crecimiento económico con las exigencias de la salud pública. Pero además, es un trabajo conjunto: hay más de 20 organismos involucrados bajo la coordinación de los Ministerios de Salud y Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, donde participan representantes de la ciencia, de la sociedad civil, del sistema de salud, sindicatos y empresarios.

Esta iniciativa lleva al frente una idea que venimos impulsando desde CILFA (Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos) con los colegas de la industria farmacéutica de Brasil del Grupo Farma Brasil y que desde Richmond acompañamos: El compromiso de fomentar la producción local de materias primas farmacéuticas en nuestro país y para la región; una mayor producción interna de productos de alto costo para sustituir importaciones, generando capacidades productivas para dar respuesta a las necesidades de los sistemas de salud.

En Brasil hablan del “Complejo Económico-Industrial de la Salud”. Me pareció interesante porque incluso desde la definición está claro que todo va de la mano: “El Complejo Económico-Industrial de la Salud comprende no sólo a los servicios de salud, sino también a la producción distribución de equipos médicos, medicamentos, productos biológicos y de diagnóstico, así como la investigación clínica y el desarrollo de software de tecnologías de la información”, lo resume en un comunicado la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Luciana Santos.

Esto no significa que los países se cierren, por el contrario son políticas que buscan acelerar la competitividad de sus compañías mediante alianzas estratégicascooperación científica público privada y transferencia tecnológica que permitan darle valor industrial al conocimiento científico. Algo que incluso conversamos desde CILFA con la FDA en una reciente reunión: una oportunidad para los laboratorios nacionales de mostrar su potencial de complementación productiva de cara a la región y al mundo.

Una mayor autonomía vuelve a los sistemas de salud menos vulnerables y garantiza un mayor acceso de la población a los medicamentos. Las vacunas son un claro ejemplo: la pandemia nos ayudó a entender la relevancia que tiene su producción en el país y hoy continuamos fomentando la ampliación del mercado de vacunas. En Richmond aportamos inversión y ciencia con la construcción de la nueva planta de biotecnológicos y vacunas donde produciremos distintas vacunas que a futuro podrán exportarse a la región.

El 3 de marzo se cumplieron tres años del primer caso de COVID-19 en Argentina. Es difícil poner en palabras todo lo que aprendimos como país y como sociedad a raíz de la pandemia, pero si hay algo que quedó claro es la importancia de contar con una industria farmacéutica argentina fuerte y robusta. Para eso necesitamos seguir por el camino de la investigación, la innovación y más desarrollo productivo local alineado con las necesidades estratégicas del país y de la sociedad. En eso Brasil ha dado un gran paso y podemos imitarlos.

En nuestro país el farmacéutico es el primer sector en volumen de inversión en I+D (Investigación y desarrollo) de la economía argentina. Sí, incluso más que el software o la producción de semillas; y en 2022, la inversión privada en I+D de esta industria alcanzó los 45 mil millones de pesos, de acuerdo a datos de CILFA.

*Marcelo Figueiras es presidente de Laboratorios Richmond

Publicado en infobae.com, 07-04-2023.

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